Ing. Agr. Mario Ferrari

El Presidente de la Asociación Argentina de Floricultores y Viveristas nos acerca su visión sobre el mercado (luego de la asunción presidencial de Mauricio Macri), comparte su experiencia con la guía para el tránsito de plantas que se completa desde la Web (prueba del SENASA), y mucho más.

El 2016 fue un año difícil, porque el público consumidor se retrajo de comprar; en parte, por los tarifazos y también, por el temor de lo que en consecuencia se venía. Sin embargo, tuvo una reacción favorable hacia fines del invierno y principios de la primavera, cerrando un año que podríamos redondear como dificultoso en el aspecto financiero pero positivo en el resultado económico final, explica el Ing. Agr. Mario Ferrari (66), presidente de la Asociación Argentina de Floricultores y Viveristas, al ser consultado sobre cómo vio el primer año del nuevo Gobierno. Espero que en el 2017 la gente tenga mayor confianza, supere las dudas que propone todo cambio de Gobierno y se reactive la dinámica comercial en la floricultura y en la arboricultura de nuestro querido país.

¿Cómo anduvieron las relaciones con el Estado luego del primer año de gestión gubernamental de Macri?

Es sabido que toda administración tiene un modelo de gestión. En el Gobierno anterior, la gestión estuvo muy dedicada a la economía familiar de pequeños productores, y esto nos parece bien. No obstante, consideramos que no se han atendido las necesidades de los productores más organizados que son los que, de un modo u otro, cumplen con las obligaciones, tanto fiscales como de las exigencias de los organismos de control, además de ser una fuente legítima de contratación de mano de obra operativa. Nuestra sensación es que la “presión” siempre cae sobre los mismos.

Estimo que estamos en buena relación con la Gestión actual. Ya nos hemos reunido con el Ministerio de Agroindustria de la Nación y con el Ministerio de Agroindustria de la Provincia de Buenos Aires,  y la respuesta fue clara, “plata no hay, pero desde la gestión podemos acompañar en lo que necesiten”. Dicho lo cual nos queda claro que tendremos que trabajar mucho la articulación y las alianzas para encontrar resultados favorables para todo el sector.

Tu vivero fue uno de los elegidos por el SENASA para probar realizar la gestión de la guía para el tránsito de plantas por Internet; ¿qué nos puedes adelantar?

Me parece que los viveros, en general, no estamos preparados para utilizar este sistema. Por una parte, no todos cuentan con Internet, y además, porque falta definir algunos detalles, ya que el sistema no permite realizar el DTV (documento de tránsito vegetal) si el comprador no está inscripto en el SENASA o por alguna causa está suspendida su habilitación. Consultado ante este problema, la respuesta es que no deberíamos venderle... Nosotros entendemos que esa no tendría que ser una causa para impedir nuestra venta. Dicha situación invita a una venta marginal (ya que no nos permite operar dentro de la ley), que creo que está desterrada de los viveros grandes.

Sobre este tema, quiero informar que hemos invitado (y han confirmado su presencia) a las autoridades del SENASA para que estén presentes en el próximo Congreso Nacional de Viveristas a fin de que puedan explicar el sistema y respondan dudas puntuales que los productores pudieran tener.

¿Cómo están los preparativos del Congreso & Exposición Nacional de Viveristas?

Ciertamente, van muy bien. Con mucho optimismo y sin descanso, porque el tiempo nos apremia. Para mí, la organización del congreso es uno de los compromisos más importantes que debo afrontar como Presidente de la Asociación Argentina de Floricultores y Viveristas, ya que desde 1993, y a través de la idea del recordado Leonardo Wolf, la Asociación asumió la responsabilidad de realizar el Congreso y asociarlo a la Exposición Profesional más importante del sector viverista argentino.

Para el sector florícola, es importante ya que en tres días se presentan los más importantes productores de plantas del país, las novedades y los avances técnicos, las tendencias del paisaje, etc., y por el evento desfila una gran cantidad de comercializadores (viveros de atención al público, paisajistas, empresas, compañías forestales; es decir, los consumidores de esa producción).

Cuéntanos  los principales logros de la Asociación en los últimos años.

Aparte de lo que a cuestiones gremiales se refiere, desde la Asociación tenemos dos desafíos importantes: uno es seguir trabajando para la promoción de las plantas y las flores como producto genérico, y por eso, hemos asumido la responsabilidad administrativa y operativa de la ejecución del proyecto Plantas y Flores todo el Año que, durante 2016, realizó dieciocho publicaciones en revistas de alcance nacional (Caras, Luz, Noticias), además de estar presentes con nuestro producto en diferentes eventos públicos. Tal es el apoyo que damos a la promoción de las plantas y las flores como producto genérico, que todo lo recaudado en la Gran Subasta del Congreso Nacional de Viveristas se destina a promoción.

Por otra parte, conscientes de que el sector tiene que trabajar en forma articulada con las instituciones públicas y de ciencia y tecnología, en pos de la eficiencia productiva y la calidad de producto, es que no dudamos en tomar el compromiso de ofrecer el soporte institucional a la continuación del Clúster Florícola del AMBA y San Pedro. Continuación que se materializa mediante la Comisión Competitividad Clúster que funciona dentro de la Asociación, y nuestra intención es que tenga alcance a nivel nacional para beneficio de todos los productores del país, independientemente de su escala productiva.

El año pasado se habló de la posibilidad de que dejaras la presidencia de la Asociación, ¿puedes hablarnos sobre esto?

El 2016 no fue el mejor año para mí en cuanto a mi despliegue físico. Los inconvenientes que tuve me llevaron a analizar la dimisión de mi presidencia al finalizar el presente período. Además, creo que hay que dar lugar a una generación de viveristas más jóvenes y con nuevas ideas. De  todos modos, no nos podemos adelantar a los hechos. Queda mucho terreno por recorrer y en la próxima Asamblea, ella será la que decidirá sobre este tema.

En un informe elaborado por el Clúster Florícola del AMBA y San Pedro, se indica que, en la mayoría de los casos, no se sabe si los hijos de los viveristas que llevan décadas en el sector seguirán con esta actividad. Por otro lado, se observa un elevado número de nuevos cultivos. ¿Qué opinas sobre esto?

La tarea desarrollada durante décadas por los viveristas muestra a sus familiares directos cuán demandante y agotadora es la tarea del viverista; entonces, eso, sumado a la baja rentabilidad de los últimos años en el sector, hace que los herederos no se entusiasmen con la continuidad.

Por otro lado, con referencia a los nuevos viveros que se están originando, como todo negocio se lo ve lindo de afuera, hay  muchos de estos emprendimientos que están en una etapa de expansión.

También considero que aquellos viveros que vinieron creciendo durante décadas se convirtieron en establecimientos grandes, y en este momento, me parece que es mucho más rentable un vivero chico que uno grande. Los costos fijos que origina el vivero de mucho volumen se van “comiendo” la comercialización que puedan realizar. Hoy tengo la idea de que el mejor negocio es tener un vivero chico, y de esta manera se están expandiendo.

Un cultivo, ¿es rentable?

Considero que el cultivo de plantas debe serlo. Las claves para ello son: 1) producir con alto grado de calidad y 2)  la cantidad  producida debe ser aquella que responda a la demanda del mercado.

Creo que las causas que no permiten una rentabilidad suficiente a los viveros es que, en algunos casos y por diferentes motivos, la mercadería se comercializa a precios muy bajos. Es decir, se malvende la mercadería. Otra razón sería que hubiese una baja calidad en el cultivo. Asimismo, producir cantidades irracionales; es decir, superiores a las que puede demandar el mercado (esto origina mayor gasto de producción, porque además de producirla hay que gastar para eliminarla y tener terreno disponible para volver a producir). Desde mi opinión, estos son, en síntesis, los motivos de la baja rentabilidad de los cultivos.