Julio 2018

ISSN 2346-9323
CIENCIA & ARTE | ECONOMÍA & VIVEROS

La fertilización con fósforo

Una revisión de los fundamentos que sustentan a las nuevas estrategias de fertilización fosforada en cultivos ornamentales. Por Oscar J. Herrera*

El fósforo (P) es un macronutriente esencial para el normal crecimiento y la  reproducción vegetal. En plantas ornamentales de invernáculo, el contenido genérico es, aproximadamente, 0,5 % (sobre el total de materia seca) (1), valor que constituye alrededor de la décima parte del  correspondiente al  nitrógeno (N), o al potasio (K). La deficiencia de P (2) produce una anormal intensificación del verde foliar, una coloración morado-rojiza en las hojas viejas de algunas especies, y el estancamiento del crecimiento.

En años recientes se ha sostenido que los niveles de P provistos por diversas formulaciones de fertilizantes comerciales excederían por mucho  las necesidades de suministro de la mayoría de los cultivos ornamentales de maceta (3). Por ejemplo, dado  el nivel de fertilización  recomendado  de 5-20 ppm** P (3), según especie y momento del ciclo, la aplicación habitual de 100-200 ppm N de un fertilizante N:P:K 1:0.4:0.8 (equivalente a N:P2O5:K2O, 1:1:1) aportaría 4-8-10 veces más P que el necesario.

Algunos estudios  realizados en alternantera (Alternanthera brasiliana), iresine (Iresine x hybrida) y petunia (Petunia atkinsiana) (3), cultivadas en turba con fertirrigación continua, mostraron que, dentro del rango 0-10 ppm P, el crecimiento aumentaba rápidamente, en tanto que la respuesta entraba en un plateau (llanura) con niveles mayores  (consumo de lujo). Adicionalmente, el crecimiento disminuía con suministros de 40-80 ppm P debido a niveles tóxicos acumulados en el tejido vegetal.

Cabe destacar que las plantas no responden exclusivamente al nivel de fertilización con  determinado nutriente (P en este caso), sino a un escenario nutricional caracterizado por interacciones entre elementos (balance). Dentro de este contexto, se observa que en la bibliografía especializada las recomendaciones referidas a la fertilización fosforada son expresadas como una proporción de aquellas dosis de N requeridas para un buen crecimiento: 20 %, o menos, para la mayoría de las especies florales de estación cultivadas en sustratos sin suelo (4); 10-15 % para plantas de follaje (5); y 10-20% para la producción de plantines para trasplante (plugs) (6).

Existe la creencia extendida de que la fertilización fosforada estimula el crecimiento radicular e incentiva la floración, por lo cual sería conveniente el empleo de fertilizantes ricos en P al momento de la implantación (starter), y previo a la etapa reproductiva. Contrariamente, en diversos trabajos se determinó que bajos niveles de P promovían más el crecimiento de las raíces y el incremento de la relación raíz/tallo que los niveles elevados, tanto en especies herbáceas (7; 8) como en algunas leñosas (9).

Por su parte, pruebas de campo en suelos bien provistos de P no arrojaron beneficio por el uso de fertilizantes “activadores de la floración” (N:P2O5:K2O 15:30:15 y 10:50:10), por encima del de otras composiciones, en relación con la abundancia y calidad floral en especies herbáceas florales de estación (10). El requerimiento de P durante el estadio reproductivo respecto del vegetativo es variable: mayor (11), similar (12) o menor (13), según la especie considerada. Pero, independientemente del caso analizado, se puede afirmar que el valor requerido se encuentra por debajo del de N y del de K.

El exceso de P puede producir efectos indeseables sobre la morfología del tallo.  Durante años se consideró al amonio (N-+NH4) como el principal responsable del crecimiento y estiramiento caulinar. Sin embargo, los ensayos realizados en la Universidad Estatal de Carolina del Norte (14) acerca de los efectos de la limitación de P sobre el crecimiento del tallo en plantines (plugs) demostraron que este elemento tenía el principal impacto sobre el grado del alargamiento caulinar, independientemente de la relación N-+NH4/N--NO3 (nitrato) acompañante, mientras que el N-+NH4 era el de mayor influencia sobre la expansión foliar.

La implementación controlada de fertilizaciones reducidas en P  ha cobrado un creciente interés como método alternativo al uso de retardantes químicos del crecimiento para obtener plantas más compactas. En alegría del hogar, el estrés de P permitió obtener plantas de menor diámetro y altura, sin que se afectara el número de ramificaciones y de flores (15). El ajuste de esta técnica podría tener una especial utilidad para mejorar la presentación de productos destinados al consumo, como aromáticas y hortícolas en maceta, en las cuales, el uso de reguladores químicos no está autorizado.

Se puede pensar en diferentes formas de limitar la fertilización fosforada incluyendo la exclusión del P en la construcción inicial del sustrato, el uso de fertilizantes con bajo contenido de P, o la alternancia entre fertilizantes con y sin P. En cultivos en maceta bajo cubierta empleando sustratos con suelo, o de tipo soilless con agregado de P en la fertilización de base, se podría suprimir el suministro postimplantación.

Los numerosos factores que modulan la absorción de P: genéticos, medio de cultivo, balance nutricional, luz, temperatura y/o riego harán difícil pronosticar el resultado a determinado régimen de fertilización fosforada sin perjuicio a la consigna: usar poco P. En última instancia, la confección de protocolos que perfeccionen el uso de los recursos forma parte del desafío técnico dirigido hacia una floricultura eficientemente productiva.

* Ing. Agr. Oscar J. Herrera, asesor técnico de cultivos ornamentales.

** ppm: partes por millón, equivalente a mg.litro-1

Referencias bibliográficas

1. Nelson, P.V. 1996. Macronutrient fertilizer programs. En Water, media and nutrition for greenhouse crops. Chap. 7. Ball Publ., Batavia, Ill. Cap. 7.
2. Owen, J,Jr. 2006. Mineral nutrient deficiencies and toxicities. Oregon State Univ. NWREC pp 57.
3. Henry, J & Whipker, BE. 2016. Revising your phosphorus fertilization strategy. Growertalks 79(10):60-61.
4. Nelson, PV. 1994. Fertilization. En Bedding plants IV. Holcomb, EJ ed. Ball Publ. Batavia. Ill Cap. 13.
5. Joiner, JN; Conover, CA & Poole, RT. 1981. Nutrition and fertilization. En Foliage plant production. Joiner, JN ed. Prentice-Hall. Inc. Englewood Cliffs, N.J. Cap. 9.
6. Styer, R & Koranski, DS. 1997. Fertilization and nutrition. En Plug and transplant production: A grower’s guide. Ball Publ. Batavia, Ill. Cap. 11.
7. Borch, K; Brown, M & Lynch, J.P. 1998. Improvement of bedding plant quality and stress resistance with low phosphorus. Hort Technology 8:575-579.
8. Hansen, J.W. & Lynch, J.P. 1998. Response to phosphorus availability during  vegetative and reproductive growth of chrysanthemum. II. Biomass and phosphorus dynamics. J. Amer. Soc. Hort. Sci. 123: 223-229.
9. Zhang, YL; Kuhns, L; Lynch, JP & Brown, KM. 2002. Buffered phosphorus fertilizer improves growth and drought tolerance of woody landscape plants. J. Environ. Hort. 20: 214-219.
10. Mitchell, CC; Pinkstone, CB & Wheeler, EJ. 2007. Phosphorus applications on flowering plants. March 7th. Alabama Coop.Extension System. Alabama A&M Univ & Auburn Univ.
11. Witcher, C.L.; Kent, M.W. & Reed, D. Wm. 2005. Phosphorus concentration affects New Guinea Impatiens and Vinca in recirculating subirrigation. HortScience 40(7): 2047-2051.
12. Hood, TM; Mills, Ha & Thomas, PA. 1993. Developmental stage affects nutrient uptake by four snapdragon cultivars. HosrScience: 28(10): 1008-1010.
13. Kim, H-J. & Li, X. 2016. Effects of phosphorus on shoot and root growth, partitioning, and phosphorus utilization efficiency in Lantana. HortScience 51(8): 1001-1009.
14. Nelson, P.V.; Song, C-Y; Huang, J.; Niedziela, C.E. Jr.; & Swallow, W.H. 2012. Relative effects of fertilizer nitrogen form and phosphate level on control of bedding plant seedling growth. HortScience 47(2):249-253.
15. Baas, R.; Brandts, A. & Straver, N. 1995. Growth regulation of bedding plants and poinsettia using low phosphorus fertilization and ebb-and-flow irrigation. Acta Hort. 378: 129-137.

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