La descripción de estos insectos ayuda a su identificación; además, la forma de eliminarlos ecológicamente y recetas caseras útiles para un exitoso manejo integrado de plagas. Por Serafina Russo*
Como es sabido, los espacios verdes pueden verse afectados por plagas (pulgones, hormigas, babosas o ácaros -entre otras-). La diversidad de especies de plagas relacionadas con las plantas ornamentales, así como la variabilidad de organismos perjudiciales asociados a estas, dificultan la posibilidad de abordar individualmente cada sistema planta-plaga.
Sin embargo, teniendo en cuenta que el daño producido por un mismo grupo presenta características bastante definidas, independientemente del tipo de planta sobre el que se produce, aprender a reconocer las particularidades y los patrones de daño de los distintos grupos de artrópodos permite identificar, a grandes rasgos, el tipo de agente causal del síntoma observado y, por ende, decidir cuáles son las herramientas de control disponibles. La correcta identificación del problema nos permitirá tomar las decisiones adecuadas.
La presencia de melaza, asociada con fumagina, está relacionada con especies como cochinillas, pulgones, moscas blancas, y psílidos; los excrementos en forma de pequeñas gotas húmedas (trips) o de mayor tamaño y sólidas (orugas, coleópteros adultos), son algunos de los síntomas vinculados a la presencia de insectos.
Características de los trips
Pertenecientes al orden Thysanoptera (del gr. thysano: fleco; ptero: ala), son insectos dañinos tanto para cultivos ornamentales como hortícolas. Distribuidos en todos los continentes, desde las regiones templadas a las tropicales, su tamaño oscila entre 0,14 y 15 mm. Presentan dos pares de alas membranosas orladas con flecos. Muchas especies de este orden son plagas de cultivos comerciales a causa de los daños causados por la alimentación y oviposición en flores, brotes terminales, hojas y/o frutos.
Presentan un aparato bucal picador-succionador, asimétrico, ya que no poseen la mandíbula derecha. Usan el estilete mandibular izquierdo para perforar los tejidos vegetales de manera superficial; además cuentan con dos estiletes maxilares largos que ensamblan formando un solo tubo simple, por el cual salen las secreciones de las glándulas salivales, que transportan hacia el interior del tejido. Este tipo de aparato bucal manifiesta adaptaciones de acuerdo con el tipo de alimentación, ya que hay especies carnívoras, ectoparásitas y micófagas, además de las fitófagas, que causan deformidades y decoloración, y reducen así el valor de la cosecha.
Algunas especies también son transmisoras de virus vegetales del grupo de los Tospovirus. Se mencionan como ejemplos: el trips de la cebolla y el trips occidental, que transmiten el virus del bronceado del tomate (TSWV), el cual provoca manchas amarillentas en follaje, frutos en forma de anillos y enanismo en las plantas.
Entre las que se consideran más frecuentes y abundantes asociadas a ornamentales: Thrips simplex (trips del gladiolo), entre sus hospederos: clavel, Dalia sp. y clavelinas; Frankliniella schultzei, entre las especies dañadas se mencionan: lechuga, tomate, papa y florales; Frankliniella occidentalis (trips occidental de las flores), es una especie polífaga y se registran más de doscientos hospederos entre cultivadas y silvestres; Thrips tabaci (trips de la cebolla), daña principalmente ajo, cebolla, puerro, repollo y otras crucíferas; Heliothrips haemorrhoidalis (trips de los invernáculos), se lo halla generalmente en flores de corte, árboles y arbustos, y es habitual en Begonia sp. Cyclamen sp. Liliáceas, Amarillidáceas. Gynaikothris ficorum, especie monófaga que produce daños considerables en Ficus benjamina.
El ciclo biológico dura entre quince y treinta días, y se inicia con el encastrado de huevos realizado por la hembra en los tejidos vegetales; al eclosionar los estadios juveniles, semejante a los adultos, se alimentan de los tejidos circundantes. Luego caen al suelo o se alojan en las hojas de la parte baja de la planta donde pasan al estado de prepupa, y posteriormente pupa; entonces, permanecen en reposo y no se alimentan. Presentan entre once y doce generaciones anuales. La longevidad puede variar desde un mes a un año.
Manejo Integrado de los trips
El manejo integrado de plagas (MIP) combina una variedad de estrategias y herramientas que incluyen, además de prevenir la introducción de una plaga, reducir sus poblaciones por debajo de los niveles que podrían ser económicamente dañinos. Solo se utiliza el control químico cuando y donde sea necesario.
Estas medidas permitirían disminuir el impacto de las plagas y obtener plantas de calidad sin perjudicar el medio ambiente. Al igual que en otros cultivos, puede tolerarse cierto daño, aunque este debería ser relativamente bajo dada la importancia que tiene el aspecto económico y estético en este tipo de plantas.
Sobre la base de estos fundamentos y a fin de obtener un buen manejo sanitario, se deberían seguir tres pasos, en el siguiente orden:
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Prever. Incluye prácticas culturales que intentan crear un ambiente desfavorable para la proliferación de las especies perjudiciales. Algunas de las medidas utilizadas para este fin son: a) manejo de las malezas circundantes manteniendo algunos hospederos de insectos benéficos; utilización de trampas pegajosas azules: este color los atrae; plantas con estado nutricional e hídrico ideal (estos insectos causan más daño en plantas estresadas); poda de hojas, ramas, frutos y flores que no estén en buen estado; cultivo de plantas repelentes (ajo, romero, menta, ajenjo); utilización de policultivos; protección a los enemigos naturales; rotación de cultivos.
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Repeler y evitar reinfecciones. Una práctica útil para este fin es el uso de cultivos y preparados repelentes.
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Eliminar. Cuando los pasos anteriores no se han cumplido correctamente o algún factor externo desregula el equilibrio del sistema, es necesario recurrir a la utilización de bioinsecticidas naturales. Son preparados vegetales que producen efectos repelentes o la eliminación de los insectos; actúan como perturbadores fisiológicos más que como insecticidas. Estas sustancias, preparadas en forma casera, producen alteraciones poblacionales que ayuda a mantener las plagas en niveles tolerables. Se conocen en la actualidad más de 1500 especies que poseen propiedades repelentes y/o insecticidas.
Recetas caseras para eliminar trips
Los preparados a base de vegetales para el control de trips y otros insectos, y enfermedades bacterianas y criptogámicas, requieren una observación cuidadosa de los resultados dado que algunos preparados pueden ser efectivos solo en determinados climas y ambientes.
- La ortiga (Urtica dioica), como purín fermentado o en fermentación, utilizando la planta entera sin la raíz (1 kg/10 L de agua fresca; 200 g/10 L, si está seca). Puede aplicarse todo el año sobre las plantas en una concentración de 1:50. Además de proteger del ataque de pulgones, trips y arañuelas, estimula el crecimiento y previene enfermedades. En forma de macerado (1 kg/10 L de agua) durante 12 horas, se puede aplicar durante todo el año.
- La cuasia (Quassia amara); se hierven 150 gramos de virutas de madera en 10 L de agua (decocción), y se le agrega (optativo) 250 gramos de jabón. Se aplica en las plantas, sin diluir, en primavera y otoño. Controla, además de trips, pulgones.
- El ajo (Allium sativum); se prepara como infusión o extracto, machacando 75 g con 10 L de agua. Debe aplicarse puro sobre las plantas y el suelo a comienzos de la primavera, tres veces cada tres días, Es muy efectivo para pulgones, arañuelas y trips.
Con esta metodología, se realizaron ensayos en laboratorio aplicando el preparado sobre el trips de las flores y Aphis nerii (áfido específico de Nerium oleander). Se logró una mortalidad total, entre las 8 y 10 horas para F. occidentalis y A. nerii, respectivamente, cuando se aplicaron de 3 mg/m2. También se probaron aceites esenciales de Eucalyptus globulus sobre estas especies, que demostraron una notable acción insecticida con bajas concentraciones y tiempos cortos de exposición.
*Ing. Agr. Serafina Russo (Cátedra de Zoología de la Facultad de Agronomía de la UBA).