Balance de fin de año

Sergio Taurizano, presidente de la Cámara de Viveristas, Floricultores y Afines del Noreste de la Provincia de Buenos Aires, da un panorama sobre este sector.

Si bien toda la vida trabajé en el campo, recién hace siete años ingresé en esta actividad. Mi especialidad son las rosas y los jazmines, nos cuenta Sergio Taurizano (43), quien asumió, a mediados de 2018, la presidencia de la Cámara de Viveristas, Floricultores y Afines del Noreste de la Provincia de Buenos Aires.

¿Cómo fueron las ventas de este año? ¿Qué dicen los socios?

En general, las ventas fueron sostenidas, pero el incremento de los costos de producción hizo que se tuviera menos margen (o sea, menor ganancia) respecto de la misma operatoria del año anterior.

¿Cómo observan las cadenas de pago? 

Muy complicada, ¡los pagos se registran a ciento veinte días o más!

¿La inflación/recesión se está notando en el sector?

Como señalamos, si bien hubo ventas, este escenario se nota en la cantidad de arbustos que compra cada cliente en general. A menor poder adquisitivo, existe menor poder de compra. Por ejemplo, un cliente que llevaba mil rosas, este año llevó seiscientas.

¿Quiénes son los principales clientes de los viveristas de San Pedro y alrededores?

En mayor medida, el sector privado. Luego viene el sector público (provincia, municipio). En general, los destinos son la provincia de Buenos Aires y Santa Fe -principalmente-, seguidos de Córdoba, San Luis y Mendoza.

Como principales clientes, se encuentran los desarrolladores inmobiliarios, countries, barrios privados, clubes de campo, haras. A su vez, hay que destacar que las ventas directas tienen igual importancia que las operaciones para reventa mayorista de árboles y arbustos (principales productos de la zona). 

A varios años de los cambios impuestos por el Gobierno en la forma de cultivar cítricos, ¿observas que los viveristas que representas lograron adaptarse para seguir vendiendo este producto?

En su mayoría, no; solo un grupo lo consiguió. Muchos productores no lograron adaptarse, ya que los cambios en las formas de producir no requirieron únicamente capacitación, sino además, un alto costo de inversión (y producción). Así como un cambio del producto a ofrecer, con respecto al ejemplar producido en campo. Hoy es una planta de muy buena sanidad pero, también, es de menor tamaño y más delicada, y requiere de un mayor cuidado por parte de quien compre nuestros cítricos. 

¿Qué nos cuentas del clima de este año?

Como todos los productores, hemos sido afectados a principios de 2018: primero, con una sequía; luego, por un exceso de agua y hasta anegamientos en mayo. Posteriormente, en julio, hemos sido castigados por las heladas y, en al menos seis oportunidades, fuimos perjudicados por fuertes ráfagas de viento y granizo.

¿Piensan asistir al Congreso & Exposición Nacional de Viveristas (abril 2019)?

Sí, nuestra institución considera que es un espacio estratégico para dar a conocer la región y sus asociados.